Gestión de las relaciones: Séptimo principio de calidad

Las normas ISO han logrado accionar sobre más de 1 millón de empresas en todo el mundo, cambiando para siempre el norte que alguna vez estas se habrían planteado para su desarrollo. Estas directrices han logrado calificar y adecuar a múltiples organizaciones especializadas en diferentes sectores a los cambios del mercado, logrando ofrecer un producto y/o servicio eficiente y óptimo para sus consumidores.

 

De esta forma, la aplicación de estas normas ha significado un grupo de beneficios determinantes para la vida de cualquier empresa. Esto es posible a través de la implementación de los múltiples principios que rigen a estas normas, los cuales lograrían crear y/o configurar los agentes implicados en las carencias de cualquier empresa.

 

Los principios de calidad se presentan así como un listado de 7 reglamentos aplicados de forma sistemática, los cuales permitirán que una empresa iguale los estándares de calidad necesarios para aproximarse a sus objetivos a través de la optimización de sus sistemas. El séptimo de estos principios es conocido como Gestión de las Relaciones, el cual plantea la importancia de  relaciones mutuamente beneficiosas entre las partes que conforman un proceso productivo.

 

Séptimo principio de calidad: Gestión de las relaciones


 

La gestión de las relaciones de una empresa con sus partes es determinante para la obtención de resultados positivos, de modo que dichos resultados puedan satisfacer las necesidades de cada parte respectivamente. Se trata del éxito sostenido como un objetivo común, el cual podrá ser alcanzado a través de la gestión de las relaciones existentes entre la empresa, el cliente y la sociedad misma.

 

Será el beneficio mutuo, lo que se buscará con la aplicación de este principio, centrándose fundamentalmente en la relación con los clientes, debido a que la satisfacción de estos explicará de manera exhaustiva la calidad de los productos y/o servicios que estarían siendo elaborados en la empresa. Este beneficio mutuo centrado en el cliente requerirá de las siguientes aplicaciones para hacer posible la satisfacción del cliente:

 

  • Una red exitosa: Será necesario crear una red de colaboración en la que sea posible valorar todas las capacidades de las partes, permitiendo el alcance de los objetivos, y con esto, la obtención del beneficio mutuo.
  • Relaciones balanceadas: Lazos que puedan garantizar beneficios en poco tiempo, permitiendo que la toma de decisiones sea beneficiosa y acorde a la conformidad con todas las exigencias de cada una de las partes. Esto facilitará de manera importante la ejecución de proyectos en la red de colaboración.
  • Comunicación asertiva: Lograr la comunicación asertiva necesaria para que las partes puedan plantear todas las inquietudes e ideas en el grupo de trabajo. La idea de esta comunicación será disfrutar de la trasparencia necesaria de cada una de las partes de la red de comunicación.
  • Compartir de actividades: Las partes podrán vincularse, no solo desde el acuerdo, sino también desde la realización de actividades en las que el trabajo en equipo se convierta en factor clave para el logro de los objetivos. Esto afianzará las relaciones existentes gracias a la necesidad de obtener una meta conjunta.

 

Beneficios de las relaciones mutuamente beneficiosas

 

Este principio de calidad permitirá que, no solo la empresa, sino que también sus clientes puedan disfrutar de los siguientes beneficios en la aplicación de sus proyectos:

 

  • Enlaces provechosos: Entre la empresa, los clientes y la sociedad existirán enlaces que permitan la obtención de información oportuna. Uno de los puntos más beneficiosos de este punto será la rapidez de respuesta que el cliente podrá encontrar en sus solicitudes. De esta forma, la empresa será capaz de adecuarse a las necesidades de sus clientes de una manera cada vez más directa.
  • Reconocimiento y evolución: Los talentos presentes en el grupo cooperativo disfrutarán de un trabajo de sinergia en el que sea posible aproximarse a los resultados deseados aprovechando las cualidades singulares de cada una de las partes.