• Optimización de los procesos

Guía para implementar un sistema de gestión de calidad

Un sistema de gestión de calidad es una aplicación que se encarga de redefinir, verificar y sostener los niveles de calidad presentes en múltiples áreas de trabajo. En dicha aplicación, son tratados los agentes que no estarían incidiendo de manera adecuada en el producto de una empresa y/o servicio, o que igualmente podrían aportar más valor al mismo ante una configuración.

 

Una empresa que posea un sistema de gestión de calidad podrá disfrutar de estándares que le permitan igualar un nivel de calidad óptimo y uniforme en el resultado de sus productos y/o servicios. Uno de los puntos y objetivos más importantes de un sistema de gestión de calidad será la satisfacción del cliente, un elemento que permitirá explicar la calidad de los procesos de una empresa o industria.

 

Pasos para implementar un sistema de gestión de calidad

 

La implementación de un sistema de calidad permitirá que una empresa pueda disfrutar de un desarrollo sostenido, atendiendo la actual y constante demanda tecnológica y rentable que el sector empresarial debe satisfacer desde sus productos y/o servicios. Las normas ISO 9001 advierten la importancia de que una empresa posea un sistema de gestión de calidad para mejorar y mantener sus servicios.

 

Para esto, serán el diagnóstico, la planificación y la mejora, las principales ejecuciones que deberán llevarse a cabo en este proceso. Este procedimiento se segmenta en 5 etapas establecidas en las normas ISO, lo que permitirá a cualquier empresa valorar a simple vista la aplicación de sistema de gestión de calidad. De este modo, las etapas de un SGC se presentan de la siguiente manera:

 

1. Diagnóstico y planificación: El primer paso será identificar cuáles serán los puntos a tratar para la aplicación del sistema de gestión de calidad. Para esto, se determinará en qué medida la organización estaría cumpliendo con los estándares de las normas ISO respectivamente. Aquellas instancias de la empresa que no cumplan con dichos estándares, serán el objetivo central del SGC.
2. Diseño del sistema de gestión de calidad: La empresa deberá definir los procesos que serían tratados con el SGC. Para lograrlo, serán especificadas las políticas que han de ser atendidas con el sistema de gestión de manera detallada. El diagnóstico realizado previamente será determinante para el diseño del SGC, por tanto, deberá ser exhaustivo.
3. Aplicación: El SGC será aplicado a fin de comprobar que su diseño podrá satisfacer la demanda de la empresa ante el cumplimiento de las normas ISO en sus niveles de calidad. Deberá llevarse un registro de todos los efectos que el SGC presente en los sistemas de la empresa, documentando por completo la incidencia de su aplicación.
4. Auditorías: La empresa deberá procurar un proceso de auditoría que permita determinar los agentes que han sido configurados con el SGC. Cuando la auditoría arroje resultados positivos, deberá establecer contacto con un agente de la Organización Internación de Normalización a fin de plantear la certificación del sistema de calidad aplicado. Este último procedimiento permitirá determinar si el SGC ha logrado posicionar a la empresa en el rango necesario para su desarrollo sostenido.

 

Luis Adolfo Pérez

Editor